Cabellos de sombras llorando al suelo y
en sus ojos negros, ese resplandor sereno
Aquel dolor de otoño en el verde pereciendo
te inclinaste a buscar quién sabe qué entre lo seco.
Crujiendo, de alguna rama huyendo
Juntas por montoncitos color caramelo
Hubiese amado preguntarte
¿Por qué mirar abajo?
Con lo bello que en tus ojos se ha de ver el cielo.
Y el polvo entre sus dedos
Quizá soplaba el viento
En sus pelos dibujando algún enredo.
Quizá no entiendo
Quizá no quiero
Quizá ser yo lo que buscaba,
es lo que pretendo.
Hojarasca, brotando a versos del cuaderno
Fluyendo como ríos correntosos,
Llevándome a donde no llego
Hojarasca, ¿qué es lo que
le ocultas con gran celo?
Haz que nazca de tu
marchitez un verde sueño.